Recorre América en bicicleta e hizo cumbre en Aconcagua
Un atleta español viaja en dos ruedas desde 2013. El asma no fue obstáculo para lograr su cumbre
Por: Jorge Federico Gómez

Juan Cristóbal Benito Ferri es español de Caudete (Albacete) y tiene 45 años. De innato espíritu aventurero e inquieto, hace ya 15 años le diagnosticaron asma bronquial. Lejos de aquietar ese espíritu, la noticia lo impulsó aún más y desde entonces los caminos, senderos y montañas se han convertido en sus cómplices, casi siempre en solitario.

Como integrante del Centro Excursionista de Caudete concibió un proyecto intrépido: recorrer Latinoamérica en bicicleta, escalar las montañas más altas de cada país que visita y participar de cuanta carrera pedestre se le presente.

El viaje lo comenzó el 5 de noviembre de 2013 en República Dominicana. Tras recorrer ese país con la mochila, viajó a Nicaragua donde compró en mayo de 2014 una bicicleta no demasiado sofisticada, la preparó y comenzó su periplo de dos ruedas hacia el Sur del continente.

Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú lo vieron correr en pruebas atléticas, subir las cimas más altas y visitar los sitios más encantadores.

El 4 de noviembre de 2015 entra a Argentina por La Quiaca, Jujuy, y el 14 de diciembre ya está en Puente del Inca para cumplir uno de sus sueños más anhelados: nuestro mítico Aconcagua.

Su excelente estado físico y mental le permitió una expedición muy corta y efectiva. Confluencia, Plaza de Mulas, Nido de Cóndores en tiempos más que óptimos. El sábado 19, habiendo salido de Nido de Cóndores a las 4:30, hizo cumbre en el Techo de América a las 13:30.

Una curiosidad: en el campamento de altura compartió su estadía con el renombrado escalador también español Carlos Pauner, y ambos atacaron la cumbre el mismo día con una hora de diferencia. Juan Cristóbal experimentó una amplia satisfacción cuando al bajar de la cumbre y en plena canaleta dio y recibió palabras de aliento y reconocimiento de su célebre compatriota, que iba tras sus pasos en busca de la cima.

A las 16:30 ya descansaba en Nido de Cóndores. El tremendo frío reinante le impidió siquiera desarmar la carpa por el hielo formado. Pasó allí una tempestuosa noche de -20°. Al día siguiente pudo regresar a Confluencia y el lunes 21 llegó a Mendoza, con el sueño de Aconcagua cumplido.

“Dedico esta cumbre sobre todo a mi familia, que son los grandes sufridores de éste, mi viaje,  y a las personas que piensan que algo es imposible. Con un poco de constancia y disciplina, todo el mundo puede conseguir lo que se proponga”.

Juan Cristóbal compartió con aconcaguaonline.net  algunas impresiones de su paso por el Coloso de Piedra. Una de ellas fue la grata sorpresa en cuanto a servicios y logística tanto en el propio Parque Provincial en sus distintos campamentos como en la ciudad de Mendoza. Él percibe en todos lados un ambiente de montaña muy desarrollado y eficiente, y destaca los servicios como médico, helicóptero, empresas y guardaparques, nunca vistos en ninguna montaña por él recorrida.

 

Y otra particularidad que destacó fue la tremenda dificultad que conlleva Aconcagua por el inclemente viento y las extremas condiciones meteorológicas que lo pusieron al borde de su capacidad física y al mismo tiempo le dieron un valor aún mayor al objetivo logrado. Juan Cristóbal considera al Aconcagua un cerro extremadamente difícil, y nos cuenta que ahora entiende por qué varios escaladores con experiencia en Himalaya respetan tanto a nuestro Coloso.

Juan Cristóbal dejó Mendoza rumbo a la Patagonia (quiere llegar a Ushuaia y antes correrá la ultramaratón “Cruce Columbia” en San Martín de los Andes) y se llevó el mejor de los recuerdos de nuestro Aconcagua en muchos sentidos.

Prometió volver.

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