Summit Aconcagua 2018: Objetivo logrado
El equipo viene bajando hacia Mendoza después de que dos de sus miembros llevaran su esperanzador mensaje a la cumbre.
Por: Jorge Federico Gómez

El ambicioso proyecto Summit Aconcagua 2018 llegó a su fin. De los 12 atletas originales que emprendieron la travesía solo 2 lograron la cumbre de Aconcagua el pasado 3 de marzo y pudieron hacer flamear en la máxima altura del mundo -exceptuando Asia- la bandera de los Juegos Olímpicos para la Juventud Buenos Aires 2018.

La iniciativa en definitiva logró el objetivo, y la expedición en sí tuvo todos los condimentos y vicisitudes que se pueden imaginar para semejante desafío, sobre todo al ser protagonizada por deportistas que no están acostumbrados a la altura y a las condiciones de la alta montaña en general. El lema de la organización “superaron todos los obstáculos que les puso la vida, hoy buscan promover el deporte como herramienta de inspiración” no podría ser más exacto.

El equipo fue coordinado magistralmente por el entusiasta Matías Gutiérrez Moyano como project manager. Gabriela Castillo como entrenadora y la nutricionista Pinky Zuberbuhler subieron paso a paso junto a los esforzados participantes.

A la cima mayor de América llegaron el 3 de marzo a las 19:15 el conductor de TV Julián Weich y el rugbier Ezequiel Baraja, flanqueados por los expertos guías de la empresa Grajales, Ulises Corvalán y Guillermo Fuentes, y el fotógrafo y andinista Pablo Betancourt, que inmortalizó el épico momento. El tardío horario de arribo a la cumbre denota lo esforzado del camino que debieron recorrer con frío extremo y gran cantidad de nieve. La agotadora jornada de más de 19 horas de marcha por sobre los 6.000 metros concluyó recién a la 1:30 del domingo 4 cuando llegaron al campamento Cólera al borde de sus fuerzas y energías.

Allí los aguardaban los 5 compañeros que no pudieron acompañarlos. La mencionada Zuberbuhler y el ex torero Álvaro Casillas habían iniciado la caminata con ellos por la madrugada, pero promediando el ascenso debieron descender al campamento completamente fatigados. El runner Peter Czanyo, la nadadora Pilar Pereyra y el futbolista ciego Silvio Velo permanecieron en Cólera pues no lograron recuperarse de la anterior jornada, igual de exigente.

Previamente, en el campo base de Plaza de Mulas, el abogado Pablo Giesenow también debió bajarse del desafío. El cordobés, con prótesis en ambas piernas por su amputación, denotó excelente estado físico y anímico para el ascenso, pero su condición lo perjudicaba demasiado para la bajada, y para no poner en riesgo al grupo decidió renunciar.

El basquetbolista Fabricio Oberto también llegó a su punto final en Plaza de Mulas, al igual que el excombatiente de Malvinas Fernando Marino, que por un inconveniente familiar debió viajar de urgencia a Buenos Aires. En los días previos, el grupo había sufrido un duro golpe anímico al enterarse que no sería de la partida la italiana Elisa Forti, de 82 años, a quien los médicos del campamento Confluencia no autorizaron seguir subiendo por su respuesta a la altura y fatiga.

Hoy el equipo ya se encuentra rumbo a Mendoza luego de desandar el largo camino campamento por campamento. Con todas las peripecias imaginables, el objetivo se logró y así lo sienten todos los miembros de Summit Aconcagua 2018, los que pisaron la cumbre y los que no. La emotiva imagen de la bandera que la medallista olímpica Paula Pareto portó hasta Plaza de Mulas para que sus colegas la hicieran flamear en la cima, exime de más palabras. “Superaron todos los obstáculos que les puso la vida, hoy buscan promover el deporte como herramienta de inspiración”. Y vaya si lo lograron.

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