La misión del helicóptero de Aconcagua
Es un servicio esencial para el Parque durante la temporada. Logística, traslados, controles, búsqueda y rescate son sus funciones.
Por: Jorge Federico Gómez

La Provincia de Mendoza a través de una licitación pública brinda en el Parque Aconcagua durante la temporada de ascensos el servicio de helicóptero, que desde su implementación, excepto de una temporada, fue cubierto por la empresa mendocina Helicopters.AR S. A. integrada por Carlos López Van Der Valk, Diego Góngora (CEO), Steve Jansen y Carlos Fagalde.

La firma opera con su propia aeronave AS-350-B3, una máquina ligera, con altísimo desempeño en condiciones extremas de altura y temperatura. Por sus características ofrece potencia y flexibilidad posibilitando el transporte de mucha carga. El B3 tiene el record de vuelo en altura a más de 8.500 metros sobre el Everest.

Sus principales funciones dentro del Parque están comprendidas básicamente dentro del ámbito logístico, según expresa a aconcaguaonline.net Horacio “Duro” Freschi, el diestro piloto de la aeronave: “Es el trabajo aéreo necesario, mover mercadería, ayudar y trasladar en los relevos a guardaparques, patrullas y médicos, la bajada de basura -especialmente la materia fecal-. El rescate es lo que se ve, lo que vende, pero lo más importante para mí es el retiro de los residuos, un problema a nivel mundial muy serio en los parques de altura”.

La tarea de búsqueda y rescate y las evacuaciones indicadas por el equipo médico que no admiten dilación, son tareas muy importantes e ineludibles, pero eventuales.

Otras funciones que se realizan son “distintos tipos de patrullaje no sólo de búsqueda sino de control, avistamiento de fauna, o por ejemplo si se ve a alguna persona que eventualmente hace alguna seña se comunica y se toman las medidas necesarias, etc.” explica el piloto.

Las operaciones habituales de vuelo tienen una rutina que consiste en que el Jefe del Parque comunica con un día de anticipación a quien está a cargo del servicio lo que se necesita, relevo de personal, bajada de residuos, etc. La tripulación define y propone cómo hacerlo, y es el Jefe quien decide hacer o no el vuelo. Una vez definido, se empieza a volar temprano, por lo general a las 7. Luego del desayuno el mecánico prepara el helicóptero, se consulta a los guardaparques por si hay un cambio de último momento, si lo hay se evalúa si se puede hacer, y se sale a volar.

Desde hace algunos años por licitación se permite a la empresa que en momentos en que el helicóptero está ocioso pueda hacer viajes para terceros. Esto está previsto en la licitación y permite que las empresas complementen su rentabilidad.

Horacio Freschi nació en Buenos Aires e hizo su carrera en Gendarmería en distintos destinos, hasta que pidió el retiro cuando en Helicopters.AR le propusieron trabajar en el Parque Aconcagua. Y así define “El Duro” su experiencia en tan particular misión: “Mi maestro, mi padre aeronáutico, es Luis “El Mostro” Basualdo, quien actualmente me hace mi relevo. Es mi referente. Él me hablaba con tanta devoción del Aconcagua, que fue fundamental para mí. Ahí nace mi amor por Mendoza y por Aconcagua. Cuando conocí el Parque y empezamos a trabajar comprobé que en todo lo que me dijo no exageró en nada, se quedó corto. Es un sueño que la realidad superó con creces”.

 

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